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jueves, 16 de agosto de 2007

El baile, querida Miriam



El baile, es un arte que no tiene parangón con otros con la escultura, ni con la pintura, ni el dibujo, ni la escritura. En ninguno de ellos es tu cuerpo mismo el que está involucrado en la manifestación. En los otros queda fuera de vos el arte. En la danza es tu cuerpo mismo el mensaje.

Claro está que puede venderse, y arruinarse. Puede degradarse. Puede ser que el bailarín no esté en su propio cuerpo. Que esté alienado.

Sin embargo el cuerpo arrastra, vincula, une, aún destrozado es mensaje corazonado y es un cachetazo al olvido de nosotros mismos.

Por eso es que está enraizada la danza a todo lo verdadero. Cuando un hombre ve una mujer bailar no puede resistirse a su encanto si es que aún tiene ojos.

Es un signo la danza. Un signo que nos recuerda que aún podemos ser. Y es eficiente: provoca lo que significa. Nos comunica. Nos conecta. Por eso es que en de la danza, dos seres humanos pueden tocarse aún cuando no se conozcan. Aún cuando socialmente no estuviera permitido como en tiempos antiguos. Por eso es que aparece el amor aunque sea por un momento. El corazón se te derrama en cada gesto.

besos.

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miércoles, 18 de abril de 2007

Señor Juez:

Vivir, vivir…
¿Para qué vivir?
Vos hacías que mi vida tuviera sentido.
Con vos recorrimos el mundo viviendo cosas que no olvidaré jamás.
Planeamos una vida futura, donde los demás no podían inmiscuirse en nuestros asuntos.
Las vidas de nuestros hijos ya están encaminadas…, y que cada uno viva la suya.
A nosotros nos restaba vivir el resto de nuestra vida.
¿Qué pasó?

Cada uno ahora vive su vida, sin nada en común. Vidas separadas, indiferentes uno del otro, como si nada hubiésemos compartido.
Viviendo, sobreviviendo este dolor.
No entiendo aunque trato.
¿Qué pasó? ¿Qué nos pasó?
Tenemos nuestras vidas, nuestras casas, nuestras cosas. Mejor dicho, cada uno tiene su vida, su casa y sus cosas.
No es más nuestro. Es de cada uno.
De tener una vida en común, pasamos a tener en común cada uno una vida.
¿Es eso vida? ¿Sirve vivir así?
No se y eso es lo que me lleva al primer interrogante, ¿para qué vivir?
¿Para qué?

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