martes, 12 de junio de 2007

Me llamaron

Vení Ariela, ahora hablo con vos.

Aquella tarde caminamos hasta el monte de álamos.

Al llegar pisaste al lado de un tronco, y giraste con la mano tomada de una rama.

Dijiste: "no tiene sentido"
Dijiste: "La semana partida estaba en este mismo lugar con Lucas."




Te estudié. Nada de muecas en tu rostro. Nada de picardía.
"Me lastimó, ya sabés. Y luego de todo... dijo que lo llamaron. Tiene diecinueve, es clase sesenta y tres"

Los árboles se mecían mientras vos, Ariela, aplastabas arañas sobre las cortezas rasgadas.


Aquella tarde las hojas producían un sonido muerto al pasar el viento
entre ellas. El pequeño bosque estaba rodeado por la llanura, veías el
arroyo y en el horizonte unas cruces, de formas variables,
que no pueden confundirse con un conjunto de iglesias. Nadie viviría allí.

Dijiste: "Los árboles son como una caverna." Y yo no entendía.
Dijiste: "Lucas era un árbol".

¿Cuál es el momento, Ariela, en que un sentimiento muere y otro lo reemplaza?

"Son muchos años de juegos, para dejarlos por esas hormonas que no llegan, entendés, ¡te asaltan!"

Te quitaste un zapato, Ariela, y también la media rota.
Acercaste tu pie a mi rostro. Tu pie, como un durazno rojizo.
Pensé: "Quiero tu muslo de almohada. Quiero tu ombligo de anteojo"
Pensé: "¿Porqué no?"

"Lucas dice que no me preocupe, que no lo mandan a las islas. No sé qué es lo que no entendió. Dice que no me preocupe. Cree que me tiene, el imbécil"

Estiré un dedo. Hiciste como que me quitabas una rama.

De chico pensaba que nada me podía pasar.

Pausa y ahora hablo con Mamá. Mamá, te pintabas los sábados, te arreglabas, y frente al espejo, sostenías a la altura de tu rostro tu mano, la sostenías un rato (largo, muy largo rato para mí) y sin que yo pueda adivinar el momento, te dabas una cachetada. Ahora me doy cuenta que era fuerte. Lo sé porque recuerdo la marca de los dedos, marca roja en tu mejilla. No llorabas: te dabas vuelta y decías, las mujeres son fuertes. Una vez te tiraste una olla de agua hirviendo sobre tu vientre, en el fregadero. No llorabas. Otra fue probar que tanto podías cerrar una puerta con el meñique entre la puerta y el marco. No llorabas. Nada le puede pasar a mamá. Basta de hablar con vos vieja.

Vení Ariela. Sos más joven y te sale sangre si te ato fuerte con hilo de pesca.

"¿Porqué lo hice?"

Subía la humedad desde el barro bajo las hojas.
Nosotros, nos habíamos colocado sin saberlo,
como acostados sobre una tumba.
Como fríos al día único.

Había sol. No había sol.

Los hijos del dueño iban a caballo de las escopetas cargadas con cartuchos mojados.

Una vez me dejaste verte, jugamos a que yo era Lucas. Te até. ¿No lo dije Ariela?

El resto del tiempo, quiero decir, fuera del monte de álamos, eras la sirvienta.

Al caer el sol, me paré, te dije "limpiá mi barro". Y me desabrochaste.

...

Pensé: "Lucas puede no volver. Ahora tengo que decidir: O ella no vuelve. O no vuelvo yo."

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miércoles, 6 de junio de 2007

Crónica de la presentación del poemario de Don Mariano Benitez

-- Por Jorge Gabriel Solari

Como la Papa, obligado por su modestia no va a poder hacer la crónica de un evento que lo tuvo como co-protagonista, me veo en la obligación de presentar una suscinta descripción de lo acontecido el martes en la sede Belgrano de la Alianza Francesa.

Recuerden mis orígenes, un hombre acostumbrado a lidiar con asíntotas y no con sonetos, sepan disculpar mis limitaciones ...



"A las 19:35 mientras ataba el candado de la bici a un poste me encontré con la Papa en la puerta de la Alliance. Rodeado de una concurrencia de aproximadamente treinta personas, estaba nuestro poeta amigo, relajado porque él no tenía que hacer nada, hablarían otros.Mike Andreux estaba con una copa de cristal vacía en la mano. Fue imposible convencerlo de que el vino se servía después de la presentación, no se separó de la copa ni un instante.



Empezó la disertación de la Papa, sobre su interpretación de los dos cuerpos del poemario(fue reuniendo laberintos cerrados y abiertos, fugaces referencias al fundador del partido comunista italiano, evocaciones de De profundis, escrito por Oscar Wilde en la carcel de Reading, ideas de Hegel, etc ). Fue un placer para los oídos, si bien estamos acostumbrados a la excelente prosa del 614, tener la suerte de escucharlo, viendo como manejaba los tiempos, la dicción cuidada y las expresiones sofisticadas (al menos para mi, discipulo de Pitágoras) me causó admiración.



Fuera de programa, Mariano interrumpió para contarnos que al momento de escribir no tenía en mente ninguna de las intenciones que la Papa había encontrado en su lectura. Señalaba lo interesante y lo válido que era esto : una obra de arte no esta completa hasta que el lector/espectador disfruta de la obra y en cierta forma la completa. Su locuacidad también es digna de destacar. Realmente me sentí orgulloso de haber sido compañero de estos dos sujetos.

Con respecto a la interpretación de La Papa sobre el poemario, Mariano contó una anécdota que tal vez algunos conozcan: Al hijo de Garcia Marquez le pidieron que estudiara en el colegio "el coronel no tiene quien le escriba", y que averiguara que significaba el gallo en el cuento . Gabo se expresa tautológicamente y le dice: " El gallo es un gallo". El hijo va al colegio, le toman prueba, le preguntan por el esposo de la gallina, responde lo que el padre (autor del cuento) le había dicho, y le bajan los puntos correspondientes, porque segun la maestra, el gallo representaba ·$"%&/(ç!"·$%$%&zaraza zaraza.

Gabo va a quejarsey se da un diálogo interesante donde ambos (la maestra y él) se dan cuenta de lo importante que es la opinión del otro.
(En realidad la mayoría de los espectadores creyeron esta artimaña y no se dieron cuenta que Daniel y Mariano habían preparado todo de antemano, yo mismo no me había dado cuenta hasta que luego de finalizar la presentación, en un rincón del salón veo a Mariano entregarle un fajo de billetes a Daniel .)

Continuo la presentación con la intervención del Sr Locutor Carlos Delfino, quien ley impecablemente pasajes del poemario, volvió a interrumpir Mariano, con explicaciones que harían morir de envidia al mismo Baco, realmente con mucho profundidad y alto vuelo.
Lamenté no estar más formado en cuestiones específicas del mundo de la poesía, me daba cuenta que podía apreciar sólo una parte de todo lo que se decía, algo así como ir a ver una buena òpera en áleman, uno se da cuenta que la música es buena, la escenografía impecable, los bailarines espectaculares, pero no termina de entender todo lo que dicen.

Hay dos tipos de personas que me producen una admiración especial: los poetas (creo que es un regalo de Dios poder expresar ideas y sentimientos a través de la poesía) y los hombres que diseñaron catedrales góticas (me parece increíble que hayan hecho lo que hicieron hace mil años).

Concluida la presentación nos encontramos con Diego Vallejos (¡qué alto está ese muchacho!) y finalmente el deseo de Mike se hizo realidad,... le llenaron la copa de vino... varias veces.

Sabrosos los bocadillos y noble el tinto.

Luego compartimos un lindo rato comentando la presentación y los ecos de la lista mayor. Siendo las 2115 me retiré a estudio voluntario mientras Mike, Gulliver, Daniel y Mariano decidían donde seguían la noche."
Muy lindo realmente.
. ¡¡Felicitaciones Mariano !!

Gabriel Solari, desde la Alliance, XXXI PROM

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