jueves, 7 de diciembre de 2006

Un país diferente.

Lo llevo en mí clavado/
como un puñal celeste y blanco/
por cada niño que muere/
nace un santo. [Pancho Chévez]


El 6 de diciembre estuvimos con León y su Argentino Diferente en el Teatro Argentino de La Plata. Desde el inicio, León advierte, "Estamos haciendo tiempo, ahora vienen los artistas, prepárense para algo diferente"



Hubo videos, sobre Carlos Cajade y sobre Miguel Bru, con algunos inconvenientes técnicos...

Luego convocó a una más de una veintena de artistas: una pintora, cantantes, músicos, compositores, bailarines, un locutor, fotógrafos, gente que filmaba, entre los cuales había gente con otras capacidades. A sala llena. Llena de emoción, música, y sobre todo, de golpes directos al corazón.

El mismo corazón que te permite ayudar, te muestra tu debilidad. El mismo canal de comunicación que abrís cuando no podés soportar más tu soledad, te lleva a otro dolor, el de los demás. Escuchar es condición. Y a la vez es praxis. "Desde 1999 se salvaron 400 personas, debido a que el dinero recaudado por la cesión de derechos de En el país de la libertad, se donó al Hospital Garrahan y así se pudo comprar un neuroendoscopio de alta complejidad".

Cada uno de los artistas que compusieron este espectáculo inesperado tenía una historia. "Con Martín me encontré en el aeropuerto de San Luis. Estaba con su padre. Quería cantar"... "Estos son los músicos de Pancho... Nos encontramos en Rosario, y me vino a ver, le regalé una armónica con soporte para el cuello. Él compone canciones hermosas, va por su segundo disco y también tiene libros"... "Aquí les presento a Carina, está por sacar su disco,..." "... la música de la entrada es de él, va por su cuarto disco..." Nada estaba sin lugar, sin referencia, sin algo que decir, todos eran personas, únicas, que están en el corazón de Gieco.

"Lo perfecto es enemigo de lo bueno" me decía mi papá. Así podría ser el lema del encuentro del cual participamos. Sí, claro que sí, lo bueno es mejor.

Y al salir, la luna sobre el Argentino.

Nota: Las comillas son una ilusión. Supongamos que el corazón dicta y coloca en la boca de los personajes de esta historia textos que no necesariamente corresponden a la realidad "he dicho".

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