miércoles, 18 de abril de 2007

Señor Juez:

Vivir, vivir…
¿Para qué vivir?
Vos hacías que mi vida tuviera sentido.
Con vos recorrimos el mundo viviendo cosas que no olvidaré jamás.
Planeamos una vida futura, donde los demás no podían inmiscuirse en nuestros asuntos.
Las vidas de nuestros hijos ya están encaminadas…, y que cada uno viva la suya.
A nosotros nos restaba vivir el resto de nuestra vida.
¿Qué pasó?

Cada uno ahora vive su vida, sin nada en común. Vidas separadas, indiferentes uno del otro, como si nada hubiésemos compartido.
Viviendo, sobreviviendo este dolor.
No entiendo aunque trato.
¿Qué pasó? ¿Qué nos pasó?
Tenemos nuestras vidas, nuestras casas, nuestras cosas. Mejor dicho, cada uno tiene su vida, su casa y sus cosas.
No es más nuestro. Es de cada uno.
De tener una vida en común, pasamos a tener en común cada uno una vida.
¿Es eso vida? ¿Sirve vivir así?
No se y eso es lo que me lleva al primer interrogante, ¿para qué vivir?
¿Para qué?

3 comentarios:

Diego dijo...

Lo acabo de leer. Especialmente lograda está la frase: "De tener una vida en común, pasamos a tener en común cada uno una vida."
La seguimos luego.

Javier F. Noya dijo...

Muy autobiográfico, sensible, muestrario de la angustia y el dilema frente al futuro de la vida como individuo en un espacio de soledad. Comparto el comentario de Diego, pero además me parece que hay una frase que podría ser crucial en el texto. "viviendo, sobreviviendo este dolor". La imagino con un potencial enorme, no lo imagino ahora pero hay algo que falta ahí, algo que le daría una fuerza impactante, no patética, sino profunda, una energía que dejaría al lector impactado justo en el pecho. No sé qué es, si algún signo de puntuación, alguna palabra más o las que están reformuladas en tiempos de verbo diferentes, pero ahí hay algo, insisto.
El texto exuda la soledad indeseada, sin duda.
Como decía un afamado crítico francés: tá bueno.

Daniel Ortiz dijo...

Análisis literario: exactamente la misma frase que señala Diego, esa me pareció muy bien lograda. Juegos de palabras donde se invierten los términos y se modifica el sentido de modo absoluto, opuesto. Un camino a explorar y un recurso que, oportunamente utilizado, no se desgasta con el uso.